martes, 28 de enero de 2014

Español del texto original
Es aconsejable antes de comenzar la oración llevar una medalla con la Cruz de San Benito.
Exorcismo contra satanás y los ángeles rebeldes
Publicado por orden de Su Santidad León XIII
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Salmo 67
Levántese Dios y sean dispersados sus enemigos y huyan de su presencia los que le odian.
Como se disipa el humo se disipen ellos, como, se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los impíos ante Dios.
Salmo 34
Señor, pelea contra los que me atacan; combate a los que luchan contra mí.
Sufran una derrota y queden avergonzados los que me persiguen a muerte.
Vuelvan la espalda llenos de oprobio los que maquinan mi perdición.
Sean como polvo frente al viento cuando el Ángel del Señor los desbarate.
Sea su camino oscuro y resbaladizo, cuando el Ángel del Señor los persiga.
Porque sin motivo me tendieron redes de muerte, sin razón me abrieron trampas mortales.
Que les sorprenda un desastre imprevisto, que los enrede la red que para mí escondieron; que caigan en la misma trampa que me abrieron. Mi alma se alegra con el Señor y gozará de su salvación.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Súplica a San Miguel Arcángel
Gloriosísimo príncipe de la milicia celestial, Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha que mantenemos combatiendo “contra los principados y potestades, contra los caudillos de este mundo tenebroso, contra los espíritus malignos esparcidos por los aires” (Ef. 6, 12). Ven en auxilio de los hombres que Dios creó incorruptibles a su imagen y semejanza (Sap. 2, 23), y a tan “alto precio rescatados” (I Cor. 6, 20) de la tiranía del demonio. Con las huestes de los ángeles buenos pelea hoy los combates del Señor, como antaño luchaste contra Lucifer, corifeo de la soberbia y contra sus ángeles apóstatas. Ellos no pudieron vencer, y perdieron su lugar en el Cielo. “Fue precipitado el gran dragón, la antigua serpiente el denominado diablo y Satanás, el seductor del universo: fue precipitado a la tierra y con él fueron arrojados sus ángeles” (Apoc. 12,.8-9).
He aquí que el antiguo enemigo y homicida se ha erguido con vehemencia. Disfrazado de “ángel de luz” (II Cor. 11, 14) con la escolta de todos los espíritus malignos rodea e invade la tierra entera, y se instala en todo lugar, con el designio de borrar allí el nombre de Dios y de su Cristo, de arrebatar las almas destinadas a la corona de la gloria eterna, de destruirlas y perderlas para siempre. Como el más inmundo torrente, el maligno dragón derramó sobre los hombres de mente depravada y corrompido corazón, el veneno de su maldad: el espíritu de la mentira, de la impiedad y de la blasfemia; el letal soplo de la lujuria, de todos los vicios e iniquidades.
Los más taimados enemigos han llenado de amargura a la Iglesia, esposa del Cordero Inmaculado, le han dado a beber ajenjo, han puesto sus manos impías sobre todo lo que para Ella es más querido. Donde fueron establecidas la Sede de San Pedro y la Cátedra de la Verdad como luz para las naciones, ellos han erigido el trono de la abominación de la impiedad, de suerte que, golpeado el Pastor, pueda dispersarse la grey. Oh invencible adalid, ayuda al pueblo de Dios contra la perversidad de los espíritus que le atacan y dale la victoria.
La Iglesia te venera como su guardián y patrono, se gloría que eres su defensor contra los poderes nocivos terrenales e infernales; Dios te confió las almas de los redimidos para colocarlos en el estado de la suprema felicidad. Ruega al Dios de la paz que aplaste al demonio bajo nuestros pies, para que ya no pueda retener cautivos a los hombres y dañar a tu Iglesia. Ofrece nuestras oraciones al Altísimo, para que cuanto antes desciendan sobre nosotros las misericordias del Señor (Salmo 78, 8), y sujeta al dragón, la antigua serpiente, que es el diablo y Satanás, y, una vez encadenado, precipítalo en el abismo, para que nunca jamás pueda seducir a las naciones (Apoc. 20). Sigue…
Después de esto, confiados en tu protección y patrocinio, con la sagrada autoridad de la Santa Madre Iglesia, nos disponemos a rechazar la peste de los fraudes diabólicos, confiados y seguros en el Nombre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor.
He aquí la Cruz del Señor, huid poderes enemigos.
R. Ha vencido el León de la tribu de Judá, la raíz de David.
Señor, que tu misericordia venga sobre nosotros.
R. Como lo esperamos de Ti.
Señor, escucha nuestra oración.
R. Y llegue a Ti nuestro clamor.
(El Señor esté con vosotros. (Sólo si es un sacerdote)
R. Y con tu espíritu).
Oremos
Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, invocamos tu santo Nombre y suplicantes imploramos tu clemencia, para que, por la intercesión de la Inmaculada siempre Virgen María Madre de Dios, del Arcángel San Miguel, de San José Esposo de la Santísima Virgen, de los santos Apóstoles Pedro y Pablo y de todos los Santos, te dignes prestarnos tu auxilio contra Satanás y todos los demás espíritus inmundos que vagan por el mundo para dañar al género humano y para la perdición de las almas. Amén.
Exorcismo
Te exorcizamos todo espíritu maligno, poder satánico, ataque del infernal adversario, legión, concentración y secta diabólica, en el nombre y virtud de Nuestro Señor Jesu cristo, para que salgas y huyas de la Iglesia de Dios, de las almas creadas a imagen de Dios y redimidas por la preciosa Sangre del Divino Cordero . En adelante no oses, perfidísima serpiente, engañar al género humano, perseguir a la Iglesia de Dios, zarandear a los elegidos y cribarlos como el trigo . Te lo manda Dios Altísimo, a quien en tu insolente soberbia aún pretendes asemejarte, “el cual quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (II Tim. 2). Te lo manda Dios Padre te lo manda Dios Hijo ; te lo manda Dios Espíritu Santo . Te lo manda la majestad de Cristo, el Verbo eterno de Dios hecho hombre, quien para salvar a la estirpe perdida por tu envidia, “se humilló a sí mismo hecho obediente hasta la muerte” (Fil. 2); el cual edificó su Iglesia sobre roca firme, y reveló que los “poderes del infierno nunca prevalecerían contra ella, Él mismo había de permanecer con ella todos los días hasta el fin de los tiempos” (Mat. 28, 20). Te lo manda el santo signo de la Cruz y la virtud de todos los Misterios de la fe cristiana . Te lo manda la excelsa Madre de Dios, la Virgen María, quien con su humildad desde el primer instante de su Inmaculada Concepción aplastó tu orgullosa cabeza .
Te lo manda la fe de los santos Apóstoles Pedro y Pablo y de los demás Apóstoles . Te lo manda la sangre de los mártires y la piadosa intercesión de todos los Santos y Santas . Por tanto, maldito dragón y toda legión diabólica, te conjuramos por Dios vivo, por Dios verdadero, por Dios santo, que “de tal modo amó al mundo que entrego a su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que viva la vida eterna” (Juan 3); cesa de engañar a las criaturas humanas y deja de suministrarles el veneno de la eterna perdición; deja de dañar a la Iglesia y de poner trabas a su libertad. Huye Satanás, inventor y maestro de toda falacia, enemigo de la salvación de los hombres. Retrocede ante Cristo, en quien nada has hallado semejante a tus obras. Retrocede ante la Iglesia una, santa, católica y apostólica, la que el mismo Cristo adquirió con su Sangre. Humíllate bajo la poderosa mano de Dios. Tiembla y huye, al ser invocado por nosotros el santo y terrible Nombre de Jesús, ante el que se estremecen los infiernos, a quien están sometidas las Virtudes de los cielos, las Potestades y las Dominaciones; a quien los Querubines y Serafines alaban con incesantes voces diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios de los Ejércitos.
Señor, escucha mi oración.
R. Y llegue a Ti mi clamor.
El Señor esté con vosotros. (Sólo si es un sacerdote)
R. Y con tu espíritu.
Oremos
Dios del Cielo y de la tierra, Dios de los Ángeles, Dios de los Arcángeles, Dios de los Patriarcas, Dios de los Profetas, Dios de los Apóstoles, Dios de los Mártires, Dios de los Confesores, Dios de las Vírgenes, Dios que tienes el poder de dar la vida después de la muerte, el descanso después del trabajo, porque no hay otro Dios fuera de Ti, ni puede haber otros sino Tú mismo, Creador de todo lo visible y lo invisible, cuyo reino no tendrá fin: humildemente te suplicamos que tu gloriosa Majestad se digne libramos eficazmente y guardamos sanos de todo poder, lazo, mentira y maldad de los espíritus infernales. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
De las asechanzas del demonio ; Líbranos, Señor.
Haz que tu Iglesia te sirva con segura libertad ; Te rogamos, óyenos.
Dígnate humillar a los enemigos de tu Iglesia ; Te rogamos, óyenos.
Se rocía con agua bendita el lugar y a los presentes.
Oración a la Virgen
"Augusta Reina de los Cielos y soberana Señora de los Ángeles, que has recibido el poder y la misión de aplastar la cabeza de Satanás. Humildemente te suplicamos envíes tus Santas legiones de Ángeles, a fin de que bajo tus ordenes, persigan al enemigo que nos cerca, rechacen sus ataques tenebrosos y lo precipiten en el abismo. Amén. 1
¿Quién como Dios? 2
Oh Buena y tierna Madre, siempre serás nuestro amor y nuestra esperanza.
Oh Madre divina, envía a los Santos Ángeles para defenderme y apartar de mí el cruel enemigo.
Santos Ángeles y Arcángeles defiéndanos y guárdenos.
Oración indulgenciada por el Papa San Pío X, el 08 de julio 1908.
1 – Texto auténtico de la oración dictada por la Virgen al Padre Cestac, el 13 de Enero de 1864
2 – MI-CA-EL: ¿Quién (es) como Dios? Así lo dijo el Arcángel San Miguel al Lucifer, quién dijo: “voy a ser como Dios” (Isaías 14:14) Esta es la respuesta con la que San Miguel venció a Lucifer, de ahí su nombre “Miguel”

EXORCISMUS IN SATANAM ET ANGELOS APOSTATICOS

EXORCISMUS IN SATANAM ET ANGELOS APOSTATICOS
Jussu Leonis Pp. XIII editus
Acta Sanctae Sedis vol. XXIII
Sequens exorcismus recitari potest ab Episcopis, nec non a Sacerdotibus, qui ab Ordinariis suis ad id auctoritatem habeant.
In nomine Patris, et Filii, + et Spiritus Sancti. Amen.
Ps. LXVII.
Exsurgat Deus et dissipentur inimici ejus: et fugiant qui oderunt eum a facie ejus.
Sicut deficit fumus, deficiant: sicut fluit cera a facie ignis, sic pereant peccatores a facie Dei.

Ps. XXXIV.
Judica, Domine, nocentes me: expugna impugnantes me.
Confundantur et revereantur quaerentes animam meam.
Avertantur retrorsum et confundantur cogitantes mihi mala.
Fiat tamquam pulvis ante faciem venti: et angelus Domini coarctans eos.
Fiat viae illorum tenebrae, et lubricum: et angelus Domini persequens eos.
Quoniam gratis absconderunt mihi interitum laquei sui: supervacue exprobraverunt animam meam.
Veniat illi laqueus quem ignorat; et captio quam anscondit, apprehendat eum: et in laqueum cadat in ipsum.
Anima autem meam exsultabit in Domino: et delectabitur super salutari suo.

Ad Sanctum Michaëlem Archangelum.
Precatio.
Princeps gloriosissime cælestis militiæ, sancte Michaël Archangele, defende nos in prælio et colluctatione, quæ nobis adversus principes et potestates, adversus mundi rectores tenebrarum harum, contra spiritualia nequitiæ, in cælestibusus. Veni in auxilium hominum, quos Deus creavit inexterminabiles, et ad imaginem similitudinis suæ fecit, et a tyrannide diaboli emit pretio magno. Præliare hodie cum beatorum Angelorum exercitu prælia Domini, sicut pugnasti contra ducem superbiæ luciferum, et angelos ejus apostaticos: et non valuerunt, neque locus inventus est eorum amplius in coelo. Sed projectus est draco ille magnus, serpens antiquus, qui vocatur diabolus et satanas, qui seducit universum orbem; et projectus est in terram, et angeli ejus cum illo missi sunt.
En antiquus inimicus et homicida vehementer erectus est. Transfiguratus in angelum lucis, cum tota malignorum spirituum caterva late circuit et invadit terram, ut in ea deleat nomen Dei et Christi ejus, animasque ad æternæ gloriæ coronam destinatas furetur, mactet ac perdat in sempiternum interitum. Virus nequitiæ suæ, tamquam flumen immundissimum, draco maleficus transfundit in homines depravatos mente et corruptos corde; spiritum mendacii, impietatis et blasphemiæ; halitumque mortiferum luxuriæ, vitiorum omnium et iniquitatum.
[Ecclesiam, Agni immaculati sponsam, faverrrimi hostes repleverunt amaritudinibus, inebriarunt absinthio; ad omnia desiderabilia ejus impias miserunt manus. Ubi sedes beatissimi Petri et Cathedra veritatis ad lucem gentium constituta est, ibi thronum posuerunt abominationis et impietatis suæ; ut percusso Pastore, et gregem disperdere valeant.]
Adesto itaque, Dux invictissime, populo Dei contra irrumpentes spirituales nequitias, et fac victoriam. Te custodem et patronum sancta veneratur Ecclesia; te gloriatur defensore adversus terrestrium et infernorum nefarias potestates; tibi tradidit Dominus animas redemptorum in superna felicitate locandas. Deprecare Deum pacis, ut conterat satanam sub pedibus nostris, ne ultra valeat captivos tenere homines, et Ecclesiæ nocere. Offer nostras preces in conspectu Altissimi, ut cito anticipent nos misericordiæ Domini, et apprehendas draconem, serpentem antiquum, qui est diabolus et satanas, ac ligatum mittas in abyssum, ut non seducat amplius gen tes. Hinc tuo confisi præsidio ac tutela, sacri ministerii nostri auctoritate [si fuerit laicus, vel clericus qui ordinem exorcistatus nondum suscepit, dicat: sacra sanctae Matris Ecclesiae auctoritate], ad infestationes diabolicæ fraudis repellendas in nomine Jesu Christi Dei et Domini nostri fidentes et securi aggredimur.
V. Ecce Crucem Domini, fugite partes adversæ.
R. Vicit Leo de tribu Juda, radix David.
V. Fiat misericordia tua, Domine, super nos.
R. Quemadmodum speravimus in te.
V. Domine, exaudi orationem meam.
R. Et clamor meus ad te veniat.
[si fuerit saltem diaconus subjungat V. Dominus vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo.]
Oremus
Deus, et Pater Domini nostri Jesu Christi, invocamus nomen sanctum tuum, et clementiam tuam supplices exposcimus ut, per intercessionem immaculatæ semper Virginis Dei Genitricis Mariæ, beati Michaëlis Archangeli, beati Joseph ejusdem beatæ Virginis Sponsi, beatorum Apostolorum Petri et Pauli et omnium Sanctorum, adversus satanam, omnesque alios immundos spiritus, qui ad nocendum humano generi animasque perdendas pervagantur in mundo, nobis auxilium præstare digneris. Per eumdem Christum Dominum nostrum. Amen.
EXORCISMVS
Exorcizamus te, omnis immundus spiritus, omnis satanica potestas, omnis incursio infernalis adversarii, omnis legio, omnis congregatio et secta diabolica, in nomine et virtute Domini Nostri Jesu + Christi, eradicare et effugare a Dei Ecclesia, ab animabus ad imaginem Dei conditis ac pretioso divini Agni sanguine redemptis + . Non ultra audeas, serpens callidissime, decipere humanum genus, Dei Ecclesiam persequi, ac Dei electos excutere et cribrare sicut triticum + . Imperat tibi Deus altissimus + , cui in magna tua superbia te similem haberi adhuc præsumis; qui omnes homines vult salvos fieri et ad agnitionem veritaris venire. Imperat tibi Deus Pater + ; imperat tibi Deus Filius + ; imperat tibi Deus Spiritus Sanctus + . Imperat tibi majestas Christi, æternum Dei Verbum, caro factum + , qui pro salute generis nostri tua invidia perditi, humiliavit semetipsum facfus hobediens usque ad mortem; qui Ecclesiam suam ædificavit supra firmam petram, et portas inferi adversus eam nunquam esse prævalituras edixit, cum ea ipse permansurus omnibus diebus usque ad consummationem sæculi. Imperat tibi sacramentum Crucis + , omniumque christianæ fidei Mysteriorum virtus +. Imperat tibi excelsa Dei Genitrix Virgo Maria + , quæ superbissimum caput tuum a primo instanti immaculatæ suæ conceptionis in sua humilitate contrivit. Imperat tibi fides sanctorum Apostolorum Petri et Pauli, et ceterorum Apostolorum + . Imperat tibi Martyrum sanguis, ac pia Sanctorum et Sanctarum omnium intercessio +.
Ergo, draco maledicte et omnis legio diabolica, adjuramus te per Deum + vivum, per Deum + verum, per Deum + sanctum, per Deum qui sic dilexit mundum, ut Filium suum unigenitum daret, ut omnes qui credit in eum non pereat, sed habeat vitam æternam: cessa decipere humanas creaturas, eisque æternæ perditionìs venenum propinare: desine Ecclesiæ nocere, et ejus libertati laqueos injicere. Vade, satana, inventor et magister omnis fallaciæ, hostis humanæ salutis. Da locum Christo, in quo nihil invenisti de operibus tuis; da locum Ecclesiæ uni, sanctæ, catholicæ, et apostolicæ, quam Christus ipse acquisivit sanguine suo. Humiliare sub potenti manu Dei; contremisce et effuge, invocato a nobis sancto et terribili nomine Jesu, quem inferi tremunt, cui Virtutes cælorum et Potestates et Dominationes subjectæ sunt; quem Cherubim et Seraphim indefessis vocibus laudant, dicentes: Sanctus, Sanctus, Sanctus Dominus Deus Sabaoth.
V. Domine, exaudi orationem meam.
R. Et clamor meus ad te veniat.
[si fuerit saltem diaconus subjungat V. Dominus vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo.]
Oremus.
Deus coeli, Deus terræ, Deus Angelorum, Deus Archangelorum, Deus Patriarcharum, Deus Prophetarum, Deus Apostolorum, Deus Martyrum, Deus Confessorum, Deus Virginum, Deus qui potestatem habes donare vitam post mortem, requiem post laborem; quia non est Deus præter te, nec esse potest nisi tu creator omnium visibilium et invisibilium, cujus regni non erit finis: humiIiter majestati gloriæ tuæ supplicamus, ut ab omni infernalium spirituum potestate, laqueo, deceptione et nequitia nos potenter liberare, et incolumes custodire digneris. Per Christum Dominum nostrum. Amen.
Ab insidiis diaboli, libera nos, Domine.
Ut Ecclesiam tuam secura tibi facias libertate servire, te rogamus, audi nos.
Ut inimicos sanctæ Ecclesiæ humiliare digneris, te rogamus audi nos.

Et aspergatur locus aqua benedicta

Sobre el exorcismo de los obsesos por el Demonio

DE EXORCIZANDIS
OBSESSIS A DÆMONIO

R I T U A L E    R O M A N U M


PAULI V PONTIFICIS MAXIMI
JUSSU EDITUM
ALIORUMQUE PONTIFICUM
CURA RECOGNITUM
ATQUE AUCTORITATE
SSMI D.N. PII PAPAE XI
AD NORMAM CODICIS JURIS CANONICI
ACCOMODATUM

EDITIO TYPICA

ROMAE
TYPIS POLYGLOTTIS VATICANIS
MDCCCCXVI







 


Caput I
 

De exorcizandis
obsessis a dæmonio

SACERDOS, de peculiari et expressa Ordinarii licentia, vexatos a dæmone exorcizaturus, ea qua par est pietate, prudentia, ac vitæ integritate præditus esse debet: qui non sua, sed divina fretus virtute, ab omni rerum humanarum cupiditate alienus, tam pium opus ex caritate constanter et humiliter exsequatur. Hunc præterea maturæ ætatis esse decet, et non solum officio, sed etiam morum gravitate reverendum.

       2. Ut igitur suo munere recte fungatur, cum alia multa sibi utilia documenta, quæ brevitatis gratia hoc loco prætermittuntur, ex probatis auctoribus, et ex usu noscere studeat; tum hæc pauca magis necessaria diligenter observabit.

       3. In primis, ne facile credat, aliquem a dæmonio obsessum esse, sed nota habeat ea signa, quibus obsessus dignoscitur ab iis, qui vel atra bile, vel morbo aliquo laborant. Signa autem obsidentis dæmonis sunt: ignota lingua loqui pluribus verbis, vel loquentem intelligere; distantia, et occulta patefacere; vires supra ætatis seu conditionis naturam ostendere; et id genus alia, quæ cum plurima concurrunt, majora sunt indicia.

       4. Hæc autem ut magis cognoscat, post unum aut alterum exorcismum interroget obsessum, quid senserit in animo, vel in corpore, ut sciat etiam, ad quænam verba magis diaboli conturbentur, ut ea deinceps magis inculcet ac repetat.

       5. Advertat, quibus artibus ac deceptionibus utantur dæmones ad Exorcistam decipiendum: solent enim ut plurimum fallaciter respondere, et difficile se manifestare, ut Exorcista diu defatigatus desistat; aut infirmus videatur non esse a dæmonio vexatus.

       6. Aliquando postquam sunt manifesti, abscondunt se, et relinquunt corpus quasi liberum ab omni molestia, ut infirmus se omnino esse liberatum: sed cessare non debet Exorcista, donec viderit signa liberationis.

       7. Aliquando etiam dæmones ponunt quæcumque possunt impedimenta, ne infirmus se subjiciat exorcismis, vel conantur persuadere infirmitatem esse naturalem; interdum, durante exorcismo, faciunt ut dormiat infirmus, et ei visionem aliquam ostendunt, subtrahendo se, ut infirmus liberatus videatur.

       8. Aliqui ostendunt factum maleficium, et a quibus sit factum, et modum ad illud dissipandum: sed caveat, ne ob hoc ad magos, vel ad sagas, vel ad alios, quam ad Ecclesiæ ministros confugiat, aut illa superstitione, aut alio modo illicito utatur.

       9. Quandoque diabolus infirmum quiescere, et suscipere sanctissimam Eucharistiam permittit, ut discessisse videatur. Denique innumerabiles sunt artes et fraudes diaboli ad decipiendum hominem, quibus ne fallatur, Exorcista cautus esse debet.

       10. Quare memor, Dominum nostrum dixisse, genus esse dæmoniorum, quod non ejicitur nisi per orationem et jejunium (Matth. 17, 20), hæc duo potissimum remedia ad impetrandum divinum auxilium, dæmonesque pellendos, exemplo Sanctorum Patrum, quoad ejus fieri poterit, tum per se, tum per alios curet adhiberi.

       11. In ecclesiam, si commode fieri potest, vel in alium religiosum et honestum locum seorsum a multitudine perductus energumenus exorcizetur; sed si sit ægrotus, vel alia honesta de causa, in domo privata exorcizari poterit.

       12. Admoneatur obsessus, si mente et corpore valeat, ut pro se oret Deum, ac jejunet, et sacra confessione et communione sæpius ad arbitrium Sacerdotis se muniat; et dum exorcizatur, totum se colligat, et ad Deum convertat ac firma fide salutem ab eo deposcat cum omni humilitate.
Et cum vehementius vexatur, patienter sustineat, nihil diffidens de auxilio Dei.

       13. Habeat præ manibus, vel in conspectu Crucifixum. Reliquiæ quoque Sanctorum, ubi haberi possint, decenter ac tuto colligatæ, et coopertæ, ad pectus, vel ad caput obsessi reverenter admoveantur; sed caveatur, ne res sacræ indigne tractentur, aut illis a dæmone ulla fiat injuria. Sanctissima vero Eucharista super caput obsessi, aut aliter ejus corpori ne admoveatur, ob irreverentiæ periculum.

       14. Exorcista ne vagetur in multiloquio, aut supervacaneis vel curiosis interrogationibus, præsertim de rebus futuris et occultis, ad suum munus non pertinentibus; sed jubeat immundum spiritum tacere, et ad interrogata tantum respondere; neve ei credatur, si dæmon simularet se esse animam alicujus Sancti, vel defuncti, vel Angelum bonum.

       15. Necessariæ vero interrogationes sunt, ex. gr. de numero et nomine spirituum obsidentium, de tempore quo ingressi sunt, de causa, et aliis hujusmodi. Ceteras autem dæmonis nugas, risus, et ineptias Exorcista cohibeat, aut contemnat, et circumstantes, qui pauci esse debent, admoneat, ne hæc curent, neque ipsi interrogent obsessum; sed potius humiliter et enixe Deum pro eo precentur.

       16. Exorcismos vero faciat ac legat cum imperio, et autoritate, magna fide, et humilitate, atque fervore; et cum viderit spiritum valde torqueri, tunc magis instet et urgeat. Et quoties viderit obsessum in aliqua corporis parte commoveri, aut pungi, aut tumorem alicubi apparere, ibi faciat signum crucis, et aqua benedicta aspergat, quam tunc in promptu habeat.

       17. Observet etiam ad quæ verba dæmones magis contremiscant, et ea sæpius repetat; et quando pervenerit ad comminationem, eam iterum et sæpius proferat, semper pœnam augendo; ac si videat se proficere, in ipsa perseveret per duas, tres, quatuor horas, et amplius prout poterit, donec victoriam consequatur.

       18. Caveat proinde Exorcista, ne ullam medicinam infirmo obsesso præbeat, aut suadeat; sed hanc curam medicis relinquat.

       19. Mulierem exorcizans, semper secum habeat honestas personas, quæ obsessum teneant, dum exagitatur a dæmonio; quæ quidem personæ sint patienti, si fieri potest, cognatione proximæ; atque honestatis memor Exorcista caveat, ne quid dicat, vel faciat, quod sibi, aut aliis occasio esse possit pravæ cogitationis.

       20. Dum exorcizat, utatur sacræ Scripturæ verbis potius, quam suis, aut alienis. Jubeatque dæmonem dicere, an detineatur in illo corpore ob aliquam operam magicam, aut malefica signa, vel instrumenta, quæ si obsessus ore sumpserit, evomat; vel si alibi extra corpus fuerint, ea revelet; et inventa comburantur. Moneatur etiam obsessus, ut tentationes suas omnes Exorcistæ patefaciat.

       21. Si vero obsessus liberatus fuerit, moneatur, ut diligenter sibi caveat a peccatis, ne occasionem dæmoni præbeat in ipsum revertendi, ne fiant novissima hominis illius pejora prioribus.
 

Caput II 

Ritus exorcizandi
obsessos a dæmonio

Sacerdos ab Ordinario delegatus, rite confessus, aut saltem corde peccata sua detestans, peracto, si commode fieri possit, Sanctissimo Missæ sacrificio, divinoque auxilio piis precibus implorato, superpelliceo et stola violacea indutus, et coram se habens obsessum ligatum, si sit periculum, eum, se et astantes communiat signo crucis, et aspergat aqua benedicta, et genibus flexis, aliis respondentibus, dicat Litanias ordinarias usque ad Preces exclusive.

Kyrie, eléison.

Christe, eléison.

Kyrie, eléison.

Christe, audi nos.

Christe, exáudi nos.


Pater de cælis, Deus, miserére nobis.

Fili, Redémptor mundi, Deus, miserére nobis.

Spiritus Sancte, Deus, miserére nobis.

Sancta Trinitas, unus Deus, miserére nobis.


Sancta Maria, ora pro nobis.

Sancta Dei Génitrix, ora pro nobis.

Sancta Virgo virginum, ora pro nobis.

Sancte Michaël, ora pro nobis.

Sancte Gábriel, ora pro nobis.

Sancte Ráphaël, ora pro nobis.

Omnes sancti Angeli et Archángeli, oráte pro nobis.

Omnes sancti beatórum Spirituum órdines, oráte pro nobis.

Sancte Joánnes Baptista, ora pro nobis

Sante Joseph, ora pro nobis.

Omnes sancti Patriárchæ et Prophétæ, oráte pro nobis.

Sancte Petre, ora pro nobis.

Sancte Paule, ora pro nobis.

Sancte Andréa, ora pro nobis.

Sancte Jacóbe, ora pro nobis.

Sancte Joánnes, ora pro nobis.

Sancte Thoma, ora pro nobis.

Sancte Jacóbe, ora pro nobis.

Sancte Philippe, ora pro nobis.

Sancte Bartholomæe, ora pro nobis.

Sancte Matthæe, ora pro nobis.

Sancte Simon, ora pro nobis.

Sancte Thaddæe, ora pro nobis.

Sancte Matthia, ora pro nobis.

Sancte Bárnaba, ora pro nobis.

Sancte Luca, ora pro nobis.

Sancte Marce, ora pro nobis.

Omnes sancti Apóstoli et Evangelistæ, oráte pro nobis.

Omnes sancti Discipuli Dómini, oráte pro nobis.

Omnes sancti Innocéntes, oráte pro nobis.

Sancte Stéphane, ora pro nobis.

Sancte Laurénti, ora pro nobis.

Sancte Vincénti, ora pro nobis.

Sancti Fabiáne et Sebastiáne, oráte pro nobis.

Sancti Joánnes et Paule, oráte pro nobis.

Sancti Cosma et Damiáne, oráte pro nobis.

Sancti Gervási et Protási, oráte pro nobis.

Omnes sancti Mártyres, oráte pro nobis.

Sancte Silvéster, ora pro nobis.

Sancte Gregóri, ora pro nobis.

Sancte Ambrósi, ora pro nobis.

Sancte Augustine, ora pro nobis.

Sancte Hierónyme, ora pro nobis.

Sancte Martine, ora pro nobis.

Sancte Nicoláe, ora pro nobis.

Omnes sancti Pontifices et Confessóres, oráte pro nobis.

Omnes sancti Doctóres, oráte pro nobis.

Sancte Antóni, ora pro nobis.

Sancte Benedicte, ora pro nobis.

Sancte Bernárde, ora pro nobis.

Sancte Dominice, ora pro nobis.

Sancte Francisce, ora pro nobis.

Omnes sancti Sacerdótes et Levitæ, oráte pro nobis.

Omnes sancti Mónachi et Eremitæ, oráte pro nobis.

Sancta Maria Magdaléna, ora pro nobis.

Sancta Agatha, ora pro nobis.

Sancta Lúcia, ora pro nobis.

Sancta Agnes, ora pro nobis.

Sancta Cæcilia, ora pro nobis.

Sancta Catharina, ora pro nobis.

Sancta Anastásia, ora pro nobis.

Omnes sanctæ Virgines et Viduæ, oráte pro nobis.

Omnes Sancti et Sanctæ Dei, intercédite pro nobis.


Propitius esto, parce nobis, Dómine.

Propitius esto, exáudi nos, Dómine.

Ab omni malo, libera nos, Dómine.

Ab omni peccáto, libera nos, Dómine.

Ab ira tua, libera nos, Dómine.

A subitánea et improvisa morte, libera nos, Dómine.

Ab insidiis diáboli, libera nos, Dómine.

Ab ira, et ódio, et omni mala voluntáte, libera nos, Dómine.

A spiritu fornicatiónis, libera nos, Dómine.

A fúlgure et tempestáte, libera nos, Dómine.

A flagéllo terræmótus, libera nos, Dómine.

A peste, fame et bello, libera nos, Dómine.

A morte perpétua, libera nos, Dómine.

Per mystérium sanctæ Incarnatiónis tuæ, libera nos, Dómine.

Per Advéntuum tuum, libera nos, Dómine.

Per Nativitátem tuam, libera nos, Dómine.

Per Baptismum et sanctum jejúnium tuum, libera nos, Dómine.

Per Crucem et Passiónem tuam, libera nos, Dómine.

Per Mortem et sepultúram tuam, libera nos, Dómine.

Per sanctam Resurrectiónem tuam, libera nos, Dómine.

Per admirábilem Ascensiónem tuam, libera nos, Dómine.

Per advéntum Spiritus Sancti Parácliti, libera nos, Dómine.

In die judicii, libera nos, Dómine.


Peccatóres, te rogámus, audi nos.

Ut nobis parcas, te rogámus, audi nos.

Ut nobis indúlgeas, te rogámus, audi nos.

Ut ad veram pæniténtiam nos perdúcere dignéris, te rogámus, audi nos.

Ut Ecclésiam tuam sanctam régere et conserváre dignéris, te rogámus,
     audi nos.

Ut Domnum Apostólicum et omnes ecclesiasticos órdines
     in sancta religióne conserváre dignéris, te rogámus, audi nos.

Ut inimicos sanctæ Ecclésiæ humiliáre dignéris, te rogámus, audi nos.

Ut régibus et principibus christiánis pacem,
     et veram concórdiam donáre dignéris, te rogámus, audi nos.

Ut cuncto pópulo christiáno
     pacem et unitátem largiri dignéris, te rogámus, audi nos.

Ut omnes errántes ad unitátem Ecclésiæ revocáre, et infidéles univérsos
     ad Evangélii lumen perdúcere dignéris, te rogámus, audi nos.

Ut nosmetipsos in tuo sancto servitio
     confortáre, et conserváre dignéris, te rogámus, audi nos.

Ut mentes nostras  ad cæléstia desidéria érigas, te rogámus, audi nos.

Ut ómnibus benefactóribus nostris
     sempitérna bona retribuas, te rogámus, audi nos.

Ut ánimas nostras,  fratrum, propinquórum et benefactórum nostrorum
     ab ætérna damnatióne eripias, te rogámus, audi nos.

Ut fructus terræ  dare et conserváre dignéris, te rogámus, audi nos.

Ut ómnibus fidélibus defúnctis 
     réquiem ætérnam donáre dignéris, te rogámus, audi nos.

Ut nos exaudire dignéris, te rogámus, audi nos.

Fili Dei, te rogámus, audi nos.


Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, parce nobis, Dómine.

Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, exaudi nos Dómine.

Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi, miserere nobis.


Christe, audi nos.

Christe, exáudi nos.

Kyrie, eléison.

Christe, eléison.

Kyrie, eléison.

Postea dicat:

Ant. Ne reminiscáris, Domine, delicta nostra vel paréntum nostrórum: neque vindíctam sumas de peccátis nostris.

Pater noster secreto usque ad

V. Et ne nos indúcas in tentatiónem.
R. Sed líbera nos a malo.


Psalmus 53

Deus, in nómine tuo salvum me fac,
et virtúte tua age causam meam.

Deus, audi oratiónem meam;
áuribus pércipe verba oris mei.

Nam supérbi insurréxerunt contra me, et violénti quæsiérunt vitam meam;
non proposuérunt Deum ante óculos suos.

Ecce, Deus ádjuvat me,
Dóminus susténtat vitam meam.

Retórque malum in adversários meos,
et pro fidelitáte tua déstrue illos.

Voluntárie sacrificábo tibi,
celebrábo nomen tuum, Dómine, quia bonum est.

Nam ex omni tribulatióne eripuit me,
et inimícos meos confúsos vidit óculus meus.

Glória Patri.

V. Salvum (-am) fac servum tuum (ancillam tuam).
R. Deus meus, sperántem in te.

V. Esto ei, Dómine, turris fortitúdinis.
R. A fácie inimíci.

V. Nihil proficiat inimicus in eo (ea).
R. Et fílius iniquitátis non appónat nocére ei.

V. Mitte ei, Dómine, auxilium de sancto.
R. Et de Sion tuére eum (eam)

V. Dómine, exaudi oratiónem meam.
R. Et clamor meus ad te véniat.

V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spírito tuo.


Orémus.                                                                                         
Oratio.

DEUS, cui próprium est miseréri semper et párcere: súscipe deprecatiónem nostram; ut hunc fámulum tuum, quem (hanc fámulam tuam, quam) delictórum caténa constríngit, miserátio tuæ pietátis cleménter absólvat.

DÓMINE sancte, Pater omnípotens, ætérne Deus, Pater Dómini nostri Jesu Christi, qui illum réfugam tyránnum et apóstatam gehénnæ ígnibus deputásti, quique Unigénitum tuum in hunc mundum misísti, ut illum rugiéntem contéreret: velóciter atténde, accélera, ut erípias hóminem ad imáginem et similitúdinem tuam creátum, a ruína et dæmónio meridiáno. Da, Dómine, terrórem tuum super béstiam, quæ extérminat vineam tuam. Da fidúciam servis tuis contra nequíssimum dracónem pugnáre fortíssime, ne contémnat sperántes in te, et ne dicat, sicut in Pharaóne, qui jam dixit: Deum non novi, nec Israël dimítto. Urgeat illum déxtera tua potens discédere a fámulo tuo N. (a fámula tua N.) , ne diútius præsúmat captívum tenére, quem tu ad imáginem tuam fácere dignátus es, et in Fílio tuo redemísti: Qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia sæcula sæculórum. 

R.
Amen.
 

2. Deinde præcipiat dæmoni hunc in modum:

PRÆCÍPIO tibi, quicúmque es, spíritus immúnde, et ómnibus sóciis tuis hunc Dei fámulum (hanc Dei fámulam) obsidéntibus: ut per mystéria incarnatiónis, passiónis, resurrectiónis et ascensiónis Dómini nostri Jesu Christi, per missiónem Spíritus Sancti, et per advéntum ejúsdem Dómini nostri ad judicium, dicas mihi nomen tuum, diem et horam éxitus tui, cum áliquo signo: et ut mihi Dei minístro licet indígno, prorsus in ómnibus obédias: neque hanc creatúram Dei, vel circumstántes, aut eórum bona ullo modo offéndas.
 

3. Deinde legantur super obsessum hæc Evangelia, vel saltem unum.

Léctio sancti Evangélii secúndum Joánnem. (Jo 1, 1-14)

Hæc dicens, signat se et obsessum in fronte, ore et pectore.

IN PRINCIPIO erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, et Deus erat Verbum. Hoc erat in principio apud Deum. Omnia per ipsum facta sunt: et sine ipso factum est nihil, quod factum est: in ipso vita erat, et vita erat lux hominum: et lux in tenebris lucet, et tenebræ eam non comprehenderunt.
Fuit homo missus a Deo, cui nomen erat Johannes. Hic venit in testimonium, ut testimonium perhiberet de lumine, ut omnes crederent per illum.
Non erat ille lux, sed ut testimonium perhiberet de lumine. Erat lux vera, quæ illuminat omnem hominem venientem in hunc mundum.
In mundo erat, et mundus per ipsum factus est, et mundus eum non cognovit. In propria venit, et sui eum non receperunt. Quotquot autem receperunt eum, dedit eis potestatem filios Dei fieri, his, qui credunt in nomine ejus: qui non ex sanguinibus, neque ex voluntate carnis, neque ex voluntate viri, sed ex Deo nati sunt (hic genuflectitur). Et Verbum caro factum est, et habitavit in nobis: et vidimus gloriam ejus, gloriam quasi unigeniti a patre, plenum gratiæ et veritatis.


Léctio sancti Evangélii secúndum Marcum

Marc. 16, 15-18

IN ILLO témpore: Dixit Jesus discípulis suis: Eúntes in mundum univérsum, prædicáte Evangélium omni creatúræ. Qui credíderit, et baptizátus fuérit, salvus erit: qui vero non credíderit, condemnábitur. Signa autem eos, qui credíderint, hæc sequéntur: In nómine meo dæmónia ejícient: linguis loquéntur novis: serpéntes tollent: et si mortíferum quid bíberint, non eis nocébit: super ægros manus impónent, et bene habébunt.

 

Léctio sancti Evangélii secúndum Lucam
Luc. 10, 17-20

IN ILLO témpore: Revérsi sunt septuagínta duo cum gáudio, dícentes ad Jesum: Dómine, étiam dæmónia subjiciúntur nóbis in nómine tuo. Et ait illis: Vidébam sátanam sicut fulgur de cælo cadéntem. Ecce dedi vobis potestátem calcándi supra serpéntes, et scorpiónes, et super omnem virtútem inimíci: et nihil vobis nocébit. Verumtamen in hoc nolíte gaudére, quia spíritus vobis subjiciúntur: gaudéte autem, quod nómina vestra scripta sunt in cælis.
 

Léctio sancti Evangélii secúndum Lucam
Luc. 11, 14-22

IN ILLO témpore: Erat Jesus ejíciens dæmónium, et illud erat mutum. Et cum ejecísset dæmónium, locútus est mutus, et admirátæ sunt turbæ. Quidam autem ex eis dixérunt: In Beélzebub príncipe dæmóniorum éjicit dæmónia. Et álii tentántes, signum de cælo quærébant ab eo. Ipse autem ut vidit cogitatiónes eórum, dixit eis: Omne regnum in seípsum divísum desolábitur, et domus supra domum cadet. Si autem et sátanas in seípsum divísus est, quómodo stabit regnum eius? Quia dícitis, in Beélzebub ejício dæmónia. Si autem ego in Beélzebub ejício dæmónia, filii vestri in quo ejíciunt? Ideo ipsi júdices vestri erunt. Porro si in dígito Dei ejício dæmónia: profécto pervénit in vos regnum Dei. Cum fortis armátus custódit átrium suum, in pace sunt ea, quæ póssidet. Si autem fórtior eo supervéniens vícerit eum, univérsa arma ejus áuferet, in quibus confidébat, et spólia ejus distribuet.
 

V. Dómine, exaudi oratiónem meam.
R. Et clamor meus ad te véniat.

V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spírito tuo.


Orémus.                                                                                         
Oratio.

OMNÍPOTENS Dómine, Verbum Dei Patris, Christe Jesu, Deus et Dóminus univérsæ creatúræ: qui sanctis Apóstolis tuis dedísti potestátem calcándi super serpéntes et scorpiónes: qui inter cétera mirabílium tuórum præcépta dignátus es dícere: Dæmones effugáte: cujus virtúte motus tamquam fulgur de cælo sátanas cécidit: tuum sanctum nomen cum timóre et tremóre supplíciter déprecor, ut indigníssimo mihi servo tuo, data vénia ómnium delictórum meórum, constantem fidem, et potestátem donáre dignéris, ut hunc crudélem dæmonem, bráchii tui sancti munítus poténtia, fidénter et secúrus aggrédiar: per te, Jesu Christe, Dómine Deus noster, qui ventúrus es judicáre vivos et mórtuos, et sæculum per ignem.

R. Amen.

4. Deinde muniat se et obsessum signo crucis, imponat extremam partem stolæ collo ejus, et dextera manu sua capiti ejus imposita, constanter et magna cum fide dicat ea quæ sequuntur:

V. Ecce Crucem Dómini, fúgite, partes advérsæ.
R. Vicit leo de tribu Juda, radix David.

V. Dómine, exaudi oratiónem meam.
R. Et clamor meus ad te véniat.

V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spírito tuo.
 

Orémus.                                                                                          Oratio.

Deus, et Pater Dómini nostri Jesu Christi, invoco nomen sanctum tuum, et cleméntiam tuam supplex expósco: ut advérsus hunc, et omnem immúndum spíritum, qui vexat hoc plasma tuum, mihi auxilium præstáre dignéris. Per eúmdem Dóminum.

R. Amen.

Exorcismus

EXORCIZO te, immundíssime spíritus, omnis incúrsio adversárii, omne phantasma, omnis légio, in nómine Dómini nostri Jesu Christi eradicáre, et effugáre ab hoc plásmate Dei . Ipse tibi ímperat, qui te de supérnis cæælórum in inferióra terræ demérgi præcépit. Ipse tibi ímperat, qui mari, ventis et tempestátibus imperávit. Audi ergo, et time, sátana, inimice fidei, hostis géneris humáni, mortis addúctor, vitæ raptor, justítiæ declinátor, malórum radix, fomes vitiórum, sedúctor hóminum, próditor géntium, incitátor invídiæ, origo avaritiæ, causa discórdiæ, excitátor dolórum: quid stas, et resistis, cum scias, Christum Dóminum vias tuas pérdere? Illum métue, qui in Isaac immolátus est, in Joseph venúndatus, in agno occísus, in hómine crucifixus, deinde inférni triumphátor fuit. Sequentes cruces fiant in fronte obsessi. Recéde ergo in nómine Patris , et Fílii , et Spíritus Sancti: da locum Spirítui Sancto, per hoc signum sanctæ Crucis Jesu Christi Dómini nostri: Qui cum Patre et eódem Spíritu Sancto vivit et regnat Deus, per ómnia sæcula sæculórum.

R. Amen.

V. Dómine, exaudi oratiónem meam.
R. Et clamor meus ad te véniat.

V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spírito tuo.


Orémus.                                                                                          Oratio.

DEUS, cónditor et defénsor géneris humáni, qui hóminem, ad imáginem tuam formásti: réspice super hunc fámulum tuum N., qui (hanc famulam tuam N., quæ) dolis immúndi spíritus appétitur, quem vetus adversárius, antíquus hostis terræ, formídinis horróre circúmvolat, et sensum mentis humánæ stupóre defígit, terróre contúrbat, et metu trépidi timóris exágitat. Reppélle, Dómine, virtútem diáboli, fallacésque ejus insídias ámove: procul ímpius tentátor aufúgiat: sit nóminis tui signo (in fronte) fámulus tuus munítus (fámula tua muníta) et in ánimo tutus (-a) et córpore. (Tres cruces sequentes fiant in pectore dæmoniaci). Tu péctoris hujus intérna custódias. Tu víscera regas. Tu cor confirmes. In ánima adversatrícis potestátis tentaménta evanéscant. Da, Dómine, ad hanc invocatiónem sanctíssimi nóminis tui grátiam, ut, qui hucúsque terrébat, térritus aufúgiat, et victus abscédat, tibíque possit hic fámulus tuus (hæc fámula tua) et corde firmátus (-a) et mente sincérus (-a), débitum præbére famulátum. Per Dóminum.

R. Amen.

Exorcismus

ADJÚRO TE, serpens antíque, per júdicem vivórum et mortuórum, per factórem tuum, per factórem mundi, per eum, qui habet potestátem mitténdi te in gehénnam, ut ab hoc fámulo Dei N., qui (ab hac fámula Dei N., quæ) ad Ecclésiæ sinum recúrrit, cum metu, et exércitu furóris tui festínus discédas. Adjúro te íterum (in fronte), non mea infirmitáte, sed virtúte Spíritus Sancti, ut éxeas ab hoc fámulo Dei N., quem (ab hac fámula Dei N., quam) omnípotens Deus ad imáginem suam fecit. Cede ígitur, cede non mihi, sed minístro Christi. Illius enim te urget potéstas, qui te Cruci suæ subjugávit. Illíus bráchium contremísce, qui, devíctis gemítibus inférni, ánimas ad lucem perdúxit. Sit tibi terror corpus hóminis (in pectore), sit tibi formido imágo Dei (in fronte). Non resístas nec moréris discédere ad hómine isto, quóniam complácuit Christo in hómine habitáre. Et ne contemnéndum putes, dum me peccatórem nimis esse cognóscis. Imperat tibi Deus . Imperat tibi majéstas Christi . Imperat tibi Deus Pater , ímperat tibi Deus Fílius , ímperat tibi Deus Spíritus Sanctus . Imperat tibi sacramentum crucis . Imperat tibi fides sanctórum Apostolórum Petri et Pauli, et ceterórum Sanctórum . Imperat tibi Mártyrum sanguis . Imperat tibi continéntia Confessórum . Imperat tibia pia Sanctórum et Sanctárum ómnium intercéssio . Imperat tibi christiánæ fidei misteriórum virtus . Exi ergo, transgréssor. Exi, sedúctor, plene omni dolo et fallácia, virtútis inimice, innocéntium persecútor. Da locum, diríssime, da locum, impiíssime, da locum Christo, in quo nihil invenísti de opéribus tuis: qui te spoliávit, qui regnum tuum destrúxit, qui te victum ligávit, et vasa tua dirípuit: qui te projécit in ténebras exterióres, ubi tibi cum minístris tuis érit præparatus intéritus. Sed quid truculénte renitéris? Quid temerárie detréctas? Reus es omnipoténti Deo, cujus státuta transgressus es. Reus es Fílio ejus Jesu Christo Dómino nostro, quem tentáre ausus es, et crucifígere præsumpsísti. Reus es humáno géneri, cui tuis persuasiónibus mortis venénum propinásti.

Adjuro ergo te, draco nequíssime, in nómine Agni immaculáti, qui ambulávit super áspidem et basiliscum, qui conculcávit leónem et dracónem, ut discédas ab hoc hómine (fiat signum crucis in fronte), discédas ab Ecclésia Dei (fiat signum crucis super circumstantes): contremísce, et éffuge, invocáto nómine Dómini illíus, quem ínferi tremunt: cui virtútes cælórum, et Potestátes, et Dominatiónes subjéctæ sunt: quem Chérubim et Séraphim indeféssis vócibus laudant, dícentes: Sanctus, sanctus, sanctus Dóminus Deus Sábaoth. Imperat tibi Verbum caro factum. Imperat tibi natus ex Vírgine. Imperat tibi Jesus Nazarénus, qui te, cum discípulos ejus contémneres, elísum atque prostrátum exíre præcépit ab hómine: quo præsénte, cum te ab hómine separásset, nec porcórum gregem íngredi præsumébas. Recéde ergo nunc adjurátus in nómine ejus ab hómine, quem ipse plasmávit. Durum est tibi velle resístere . Durum est tibi contra stímulum calcitráre . Quia quanto tárdius exis, tanto magis tibi supplícium crescit, quia non hómines contémnis, sed illum, qui dominátur vivórum et mortuórum, qui ventúrus est judicáre vivos et mórtuos, et sæculum per ignem.

R. Amen.

V. Dómine, exaudi oratiónem meam.
R. Et clamor meus ad te véniat.

V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spírito tuo.


Orémus.                                                                                          Oratio.

Deus cæli, Deus terræ, Deus Angelórum, Deus Archangelórum, Deus Prophetárum, Deus Apostolórum, Deus Mártyrum, Deus Vírginum, Deus, qui potestátem habes donáre vitam post mortem, réquiem post labórem: quia non est álius Deus præter te, nec esse póterit verus, nisi tu, Creátor cæli et terræ, qui verus Rex es, et cujus regni non erit finis; humíliter majestáti glóriæ tuæ súpplico, ut hunc fámulum tuum (hanc fámulam tuam) de immúndis spíritibus liberáre dignéris. Per Christum Dóminum nostrum.

R. Amen.

Exorcismus

ADJÚRO ergo te, omnis immundíssime spíritus, omne phantásma, omnis incúrsio sátanæ, in nómini Jesu Christi Nazaréni, qui post lavácrum Joánnis in desértum ductus est, et te in tuis sédibus vicit: ut, quem ille de limo terræ ad honórem gloriæ suæ formávit, tu désinas impugnáre: et in hómine miserábili non humánam fragilitátem, sed imáginem omnipoténtis Dei contremíscas. Cede ergo Deo , qui te, et malítiam tuam in Pharaóne, et in exércitu ejus per Moysen servum suum in abýssum demérsit. Cede Deo , qui te per fidelíssimum servum suum David de rege Saule spirituálibus cánticis pulsum fugávit. Cede Deo , qui te in Juda Iscarióti proditóre damnávit. Ille enim te divínis verbéribus tangit, in cujus conspéctu cum tuis legiónibus tremens et clamans dixísti: Quid nobis et tibi, Jesu, Fili Dei altíssimi? Venísti huc ante tempus torquére nos? Ille te perpétuis flammis urget, qui in fine témporum dictúrus est impiis: Discédite a me, maledícti, in ignem ætérnum, qui parátus est diábolo et ángelis ejus. Tibi enim, ímpie, et ángelis tuis vermes erunt, qui nunquam moriéntur. Tibi, et ángelis tuis inextinguíbile præparátur incendium: quia tu es prínceps maledícte homicídii, tu auctor incéstus, tu sacrilegórum caput, tu actiónum pessimárum magister, tu hæreticórum doctor, tu totius obscœnitàtis invéntor. Exi ergo , ímpie, exi , sceleráte, exi cum omni fallácia tua: quia hóminem templum suum esse vóluit Deus. Sed quid diútius moráris hic? Da honórem Deo Patri omnipoténti, cui omne genu fléctitur. Da locum Dómino Jesu Christo, qui pro hómine sánguinem suum sacratíssimum fudit. Da locum Spíritui Sancto, qui per beátum Apóstolum suum Petrum te maniféste stravit in Simóne mago; qui falláciam tuam in Ananía et Saphíra condemnávit; qui te in Heróde rege honórem Deo non dante percússit; qui te in mago Elyma per Apóstolum suum Paulum cæcitátis calígine pérdidit, et per eúndem de Pythonissa verbo ímperans exíre præcépit. Discéde ergo nunc , discéde , sedúctor. Tibi erémus sedes est. Tibi habitátio serpens est: humiliáre, et prostérnere. Jam non est différendi tempus. Ecce enim dominátor Dóminus próximat cito, et ignis ardébit ante ipsum, et præcédet, et inflammábit in circúitu inimícos ejus. Si enim hóminem fefélleris, Deum non póteris irridére. Ille te ejicit, cujus óculis nihil occúltum est. Ille te expéllit, cujus virtúti univérsa subjécta sunt. Ille te exclúdit, qui tibi, et ángelis tuis præparávit ætérnam gehénnam; de cujus ore exíbit gládius acútus: qui ventúrus est judicáre vivos et mórtuos et sæculum per ignem.

R. Amen.

5. Prædicta omnia, quatenus opus sit, repeti possunt, donec obsessus sit omnino liberatus.

6. Juvabit præterea plurimum super obsessum sæpe repetere Pater noster, Ave Maria et Credo, atque hæc, quæ infra notantur, devote dicere.

Canticum
Magníficat; in fine Glória Patri. Canticum Benedíctus; in fine Glória Patri.
 

Symbolum Athanasianum

Quicúmque vult salvus esse,
ante ómnia opus est, ut téneat cathólicam fidem:
     Quam nisi quisque íntegram inviolatámque serváverit,
absque dúbio in ætérnum períbit.
    
Fides autem cathólica hæc est:
ut unum Deum in Trinitáte et Trinitátem in unitáte venerémur.
     Neque confundéntes persónas,
neque substántiam separántes.
     Alia est enim persóna Patris, ália Fílii,
ália Spíritus Sancti:
     Sed Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti una est divínitas,
æquális glória, coætérna majéstas.
     Qualis Pater, talis Fílius,
talis Spíritus Sanctus.
     Increátus Pater, increátus Filius,
increátus Spíritus Sanctus.
     Imménsus Pater, imménsus Fílius,
imménsus Spíritus Sanctus.
     Ætérnus Pater, ætérnus Fílius,
ætérnus Spíritus Sanctus.
     Et tamen non tres ætérni,
sed unus ætérnus.
    
Sicut non tres increáti, nec tres imménsi,
sed unus increátus, et unus imménsus.
    
Simíliter omnípotens Pater, omnípotens Fílius,
omnípotens Spíritus Sanctus.
     Et tamen non tres omnipoténtes,
sed unus omnípotens.
     Ita Deus Pater, Deus Fílius,
Deus Spíritus Sanctus.
     Et tamen non tres Dómini:
sed unus est Dóminus.
     Quia, sicut singillátim unamquámque persónam Deum ac
Dóminum confitéri christiána veritáte compéllimur:
ita tres Deos aut Dóminos dícere cathólica religióne prohibémur.
     Pater a nullo est factus:
nec creátus, nec génitus.
     Fílius a Patre solo est:
non factus, nec creátus, sed génitus.
     Spíritus Sanctus a Patre et Fílio:
non factus, nec creátus, nec génitus, sed procédens.
     Unus ergo Pater, non tres Patres: unus Fílius, non tres Fílii:
unus Spíritus Sanctus, non tres Spíritus Sancti.
     Et in hac Trinitáte nihil prius aut postérius, nihil majus aut minus:
sed totæ tres persónæ coætérnæ sibi sunt et coæquáles.
     Ita ut per ómnia, sicut iam supra dictum est,
et únitas in Trinitáte, et Trínitas in unitáte veneránda sit.
     Qui vult ergo salvus esse,
ita de Trinitáte séntiat.
     Sed necessárium est ad ætérnam salútem,
ut Incarnatiónem quoque Dómini nostri Jesu Christi fidéliter credat.
     Est ergo fides recta, ut credámus et confiteámur,
quia Dóminus noster Jesus Christus, Dei Fílius, Deus et homo est.
     Deus est ex substántia Patris ante sæcula génitus:
et homo est ex substántia matris in sæculo natus.
     Perfectus Deus, perféctus homo:
ex ánima rationáli et humana carne subsístens.
     Æquális Patri secúndum divinitátem:
minor Patre secúndum humanitátem.
     Qui, licet Deus sit et homo,
non duo tamen, sed unus est Christus.
     Unus autem non conversióne divinitátis in carnem;
sed assumptióne humanitátis in Deum.
     Unus omníno, non confusióne substántiæ,
sed unitáte persónæ.
     Nam sicut ánima rationális et caro unus est homo:
ita Deus et homo unus est Christus.
    
Qui passus est pro salúte nostra: descendit ad inferos:
tertia die resurréxit a mórtuis.
    
Ascendit ad cælos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipoténtis:
inde ventúrus est judicáre vivos et mórtuos.
     Ad cujus advéntum omnes hómines resúrgere habent cum corpóribus suis:
et redditúri sunt de factis própriis ratiónem.
    
Et qui bona egérunt, ibunt in vitam ætérnam:
qui vero mala, in ignem ætérnum.
    
Hæc est fides cathólica,
quam nisi quisque fidéliter firmitérque credíderit,
salvus esse non póterit.

Glória Patri.
 

Psalmus 90


Q
UI habitat in adjutorio Altissimi, * in protectione Dei caeli commorabitur.

Dicet Domino: susceptor meus es tu, et refugium meum: * Deus meus sperabo in eum.

Quoniam ipse liberabit me de laqueo venantium, * et a verbo aspero.

Scapulis suis obumbrabit tibi: * et sub pennis ejus sperabis.

Scuto circumdabit te veritas ejus: * non timebis a timore nocturno.

A sagitta volante in die, a negotio perambulante in tenebris: * ab incursu, et dæmonio meridiano.

Cadent a latere tuo mille, et decem milia a dextris tuis: * ad te autem non appropinquabit.

Verumtamen oculis tuis considerabis: * et retributionem peccatorum videbis.

Quoniam tu es Domine, spes mea: * Altissimum posuisti refugium tuum.

Non accedet ad te malum * et flagellum non appropinquabit tabernaculo tuo.

Quoniam angelis suis mandabit de te: * ut custodiant te in omnibus viis tuis.

In manibus portabunt te: * ne forte offendas ad lapidem pedem tuum.

Super aspidem et basiliscum ambulabis: * et conculcabis leonem et draconem.

Quoniam in me speravit, liberabo eum: * protegam eum, quoniam cognovit nomen meum.

Clamabit ad me, et ego exaudiam eum: * cum ipso sum in tribulatione: eripiam eum, et glorificabo eum.

Longitudine dierum replebo eum: * et ostendam illi salutare meum.

 

Psalmus 67

Exsúrgit Deus, dissipántur inimíci ejus,
et fúgiunt qui odérunt eum, a fácie ejus.

Sicut dispérgitur fumus, dispérguntur, sicut díffluit cera ante ignem,
sic péreunt peccatóres ante Deum.

Justi autem lætántur, exsúltant in conspéctu Dei,
et delectántur in lætítia.

Cantáte Deo, psállite nómini ejus;
stérnite viam ei qui véhitur per desértum,

Cui nomen est Dóminus,
et exsultáte coram eo.

Pater orphanórum et tutor viduárum
Deus est in habitáculo sancto suo.

Deus domum parat derelíctis, edúcit captivos ad prosperitátem:
rebélles tantum degunt in tórrida terra.

Deus, cum exíres ante pópulum tuum,
cum incéderes per desértum,

Terra mota est, cæli quoque stillárunt ante Deum,
trémuit Sinai ante Deum, Deum Israël.

Plúviam copiósam demisísti, Deus, in hereditátem tuam,
et fatigátam tu refecísti.

Grex tuus habitávit in ea,
parásti eam in bonitáte tua páuperi, Deus.

Dóminus profert verbum;
læta nuntiántium multitúdo est magna:

"Reges, exercítuum fúgiunt, fúgiunt;
et incolæ domus dívidunt prædam.

Dum quiescebátis inter caulas gregum, alæ colúmbæ nitébant argénto,
et pennæ ejus flavóre auri.

Dum Omnípotens illic dispergébat reges,
nives cecidérunt in Salmon!"

Montes excélsi sunt montes Basan,
clivósi montes sunt montes Basan:

Cur invidiósi aspícitis, montes clivósi, montem in quo habitáre plácuit Deo,
immo in quo habitábit Dóminus semper?

Currus Dei myríades sunt, mille et mille:
Dóminus de Sinai in sanctuárium venit.

Ascendísti in altum, duxísti captívos, accepísti in donum hómines,
vel eos qui nolunt habitáre apud Dóminum Deum.

Benedíctus Dóminus per síngulos dies:
portat ónera nostra Deus, salus nostra!

Deus noster est Deus qui salvat,
et Dóminus Deus dat evasiónem a morte.

Profécto, Deus confríngit cápita inimicórum suórum,
vérticem capillátum ejus qui ámbulat in delíctis suis.

Dixit Dóminus: "Ex Basan redúcan,
redúcam e profúndo maris,

Ut intíngas pedem tuum in sánguine,
ut linguis canum tuórum sit pórtio ex inimícis".

Vident ingressum tuum, Deus,
ingressum Dei mei, regis mei, in sanctum:

Præcédunt cantóres, postrémi sunt citharoédi,
in médio puéllæ týmpana sonant.

"In coétibus festívis benedícite Deo,
Dómino vos, ex Israël nati".

Ibi est Benjamin, mínimus natus, præcédens eos, príncipes Juda cum turmis suis,
príncipes Zabulon, príncipes Néphtali.

Exsere, Deus, poténtiam tuam,
poténtiam, Deus, qui operáris pro nobis.

Propter templum tuum, quod est in Jerúsalem,
tibi ófferant reges múnera!

Increpa feram arúndinis,
turmam taurórum cum vítulis populórum,

Prostérnat se cum láminis argénti:
dissipa gentes quæ bellis lætántur.

Véniant magnátes ex Ægýpto,
Æthiópia exténdat manus suas ad Deum.

Regna terræ, cantáte Deo, psállite Dómino,
qui véhitur per cælos, cælos antíquos!

Ecce, edit vocem suam, vocem poténtem:
"Agnóscite poténtiam Dei!"

Super Israël majéstas ejus,
et poténtia ejus in núbibus.

Timéndus est Deus e sancto suo, Deus Israël;

ipse poténtiam dat et robur pópulo suo:
benedictus Deus:

Glória Patri.


Psalmus 69

Placeat tibi, Deus, ut eripias me;
Domine, ad adjuvandum me festina.

Confundantur, et erubescant,
Qui quærunt vitam meam.
Cedant retrorsum, et pudore af
ciantur,
Qui delectantur malis meis.

Recedant confusione operti,
Qui dicunt mihi: Vah, vah!

Exsultent et lætentur de te
Omnes qui quærunt te;
Et dicant semper: « Magni
cetur Deus »,
Qui desiderant auxilium tuum.

Ego autem miser sum et pauper,
Deus, succurre mihi!
Adjutor meus et liberator meus es tu:
Domine, ne tardaveris.


Psalmus 53

Deus, in nomine tuo salvum me fac,
Et virtute tua age causam meam.

Deus, audi orationem meam;
Auribus percipe verba oris mei.

Nam superbi insurrexerunt contra me,
Et violenti quæsierunt vitam meam;
Non proposuerunt Deum ante oculos suos.

Ecce, Deus adjuvat me,
Dominus sustentat vitam meam.

Retorque malum in adversarios meos,
Et pro
delitate tua destrue illos.

Voluntarie sacricabo tibi,
Celebrabo nomen tuum, Domine, quia bonum est.

Nam ex omni tribulatione eripuit me,
Et inimicos meos confusos vidit oculus meus.


Psalmus 117

Alleluja!
Gratias agite Domino, quia bonus est;
Quia in æternum misericordia ejus.

Dicat domus Israël:
« In æternum misericordia ejus».

Dicat domus Aaron:
« In æternum misericordia ejus».

Dicant qui timent Dominum:
« In æternum misericordia ejus ».

De tribulatione invocavi Dominum;

Exaudivit me Dominus et liberavit me.

Dominus mecum est: non timeo;
Quid faciat mihi homo?

Dominus mecum est, adjutor meus,
Et ego confusos videbo inimicos meos.

Melius est confugere ad Dominum,
Quam con
dere in homine.

Melius est confugere ad Dominum
Quam con
dere in principibus.

Omnes gentes circumvenerunt me;
In nomine Domini contrivi eos.

Undique circumvenerunt me:
In nomine Domini contrivi eos.

Circumvenerunt me sicut apes;
Adusserunt, sicut ignis spinas:
In nomine Domini contrivi eos.

Pulsus, impulsus sum, ut caderem;
Sed Dominus adjuvit me.

Robur meum et fortitudo mea est Dominus;
Et factus est mihi salvator.

Vox exsultationis et salutis
In tabernaculis justorum.
Dextera Domini fortiter egit,

Dextera Domini erexit me,
Dextera Domini fortiter egit,

Non moriar, sed vivam;
Et enarrabo opera Domini.

Castigavit, castigavit me Dominus,
Sed morti non tradidit me.

Aperite mihi portas justitiæ:
Ingressus per eas gratias agam Domino.

Hæc est porta Domini,
Justi intrabunt per eam.

Gratias agam tibi, quod audisti me,
Et factus es mihi salvator.

Lapis, quem reprobaverunt ædicantes,
Factus est caput anguli.

A Domino factum est istud;
Est mirabile in oculis nostris.

Hic est dies quem fecit Dominus;
Exsultemus, et lætemur de eo.

O Domine, salvum fac;
O Domine, da prosperitatem!

Benedictus qui venit in nomine Domini:
Benedicimus vobis e domo Domini.

Deus est Dominus, et illuxit nobis.
Ordinate pompam cum frondibus densis
Usque ad cornua altaris.

Deus meus es tu, et gratias ago tibi;
Deus meus, laudibus te extollo.

Gratias agite Domino, quia bonus est;
In æternum misericordia ejus.
 

Psalmus 34 

Certa, Dómine, contra certántes mecum,
impúgna impugnántes me.

Apprehénde clípeum et scutum,
et exsúrge in auxilium meum.

Vibra lánceam et cóibe persequéntes me,
dic ánimæ meæ: "Salus tua ego sum".

Confundántur et erubéscant qui quærunt vitam meam,
cedant retrórsum et afficiántur pudóre qui cógitant mihi mala.

Sint velut pálea ante ventum,
cum ángelus Dómini pellet eos.

Sit via illórum tenebrósa et lúbrica,
cum ángelus Dómini insectábitur eos.

Nam sine causa tetendérunt mihi rete suum,
sine causa fodérunt fóveam vitæ meæ.

Véniat illis intéritus improviso, et rete, quod tetendérunt, cápiat ipsos;
in fóveam, quam fodérunt, ipsi cadant.

Anima autem mea exultábit in Dómino,
lætábitur de auxílio ejus.

Omnes vires meæ dicent: "Dómine, quis símilis tibi,
Qui éripis míserum a præpoténte,

míserum et páuperem a prædatóre".
Surrexerunt testes violénti:
quorum non eram cónscius, a me quærébant.

Retribuébant mihi mala pro bonis:
desolatiónem ánimæ meæ.

Ego autem, cum illi ægrotárent, induébar cilício, affligébam jejúnio ániman meam
et preces intra me fundébam.

Velut pro amíco, fratre meo, incedébam tristis,
velut qui luget matrem, mæstus incurvábar.

Sed cum vacillárem ego, lætáti sunt et convenérunt,
convenérunt contra me percutiéntes inopinántem.

Dilaniábant me neque cessabánt, tentábant me, irridébant mihi
frendéntes contra me déntibus suis.

Dómine, quámdiu aspícies?
Éripe ánimam meam a rugiéntibus, a leónibus vitam meam.

Grátias agam tibi in cœtu magno,
in pópulo multo te laudábo.

Ne gáudeant de me inimíci mei injústi:
ne óculis ánnuant qui me odérunt sine causa.

Neque enim quæ pacis sunt loquúntur,
et contra q
uiétum terræ fraudes meditántur.

Et dilátant contra me os suum,
dicunt:Vah! Vah! Óculis nostris vídimus!"

Vidísti, Dómine! Noli silére,
Dómine, noli esse procul a me!

Exspergícere et evígila ad defensiónem meam,
Deus meus et Dóminus meus, pro causa mea!

Júdica me secúndum justítiam tuam, Dómine;
Deus meus, ne læténtur de me!

Ne cógitent in corde suo: "Vah! Quod desiderávimus!"
ne dicant: "Devorávimus eum".

Confundántur et erubéscant omnes símul,
qui lætántur de malis meis;

Induántur confusióne et ignomínia,
qui se extóllunt contra me.

Exsúltent et læténtur qui favent causæ meæ,
et dicam semper:

"Magnificétur Dóminus,
qui favet salúti servi sui".

Et lingua mea enuntiábit justítiam tuam,
perpétuo laudem tuam.

Glória Patri.


Psalmus 30

Ad te, Dómine, confúgio: ne confúndar in ætérnum;
in justítia tua libera me!

Inclína ad me aurem tuam,
festína, ut erípas me.

Esto mihi petra refúgii,
arx muníta ut salves me.

Nam tu es petra mea et arx mea,
et propter nomen tuum dedúces me et díriges me.

Edúces me e reti quod abscondérunt mihi,
quia tu es refúgium meum.

In manus tuas comméndo spíritum meum:
liberábis me, Dómine, Deus fidélis.

Odísti eos qui colunt idóla vana;
ego autem in Dómino confido.

Exsultábo et lætábor de miseratióne tua, quóniam respexísti misériam meam,
adjuvísti in angústiis ánimam meam,

Nec tradidísti me in manum inimíci,
sed statuísti in loco spatióso pedes meos.

Miserére mei, Dómine, quia in angústiis sum;
mæróre tabéscit óculus meus, ánima mea et corpus meum.

Etenim ærúmna consúmitur vita mea,
et anni mei gémitu.

Defécit in afflictióne robur meum,
et ossa mea tabuérunt.

Omnibus inimícis meis factus sum oppróbrium, vicinis meis ludibrium, et terror notis meis;
qui foris vident me, aufúgiunt a me.

Oblivióne éxcidi ex corde, quasi mórtuus,
factus tamquam vas confráctum.

Etenim audívi síbilum multórum - terror est úndique!
conveniéntes simul contra me, vitam meam auférre meditáti sunt.

Ego autem in te confido, Dómine;
dico: Deus meus es tu.

In manu tua sortes meæ:
éripe me de manu inimicórum meórum et a persequéntibus me.

Serénum præbe vultum tuum servo tuo,
salva me in misericórdia tua.

Dómine, ne confúndar, quia invocávi te;
confundántur ímpii, conticéscant, acti ad ínferos.

Muta fiant lábia mendácia,
Quæ loquúntur contra justum insolénter in supérbia et contémptu.

Quam magna est bónitas tua, Dómine,
quam reservásti timéntibus te,

Quam præstas confugiéntibus ad te,
in conspéctu hóminum.

Prótegis eos protectióne vultus tui
a conspiratióne virórum,

Occúltas eos in tentório
a júrgio linguárum.

Benedíctus Dóminus, quia mirábilem præbuit mihi
misericórdiam suam in urbe muníta.

Ego autem dixi in trepidatióne mea:
"Abscíssus sum a conspéctu tuo".

Tu vero audísti vocem obsecratiónis meæ,
cum clamárem ad te.

Dilígite Dóminum, omnes sancti ejus!
fidéles consérvat Dóminus.

Sed retríbuit abundánter
agéntibus supérbe.

Confortámini et roborétur cor vestrum
omnes, qui sperátis in Dómino.

Glória Patri.


Psalmus 21

Deus meus, Deus meus, quare me dereliquísti?
Longe abes a précibus, a verbis clamóris mei.

Deus meus, clamo per diem, et non exáudis,
et nocte, et non atténdis ad me.

Tu autem in sanctuário hábitas,
laus Israël.

In te speravérunt patres nostri,
speravérunt et liberásti eos;

Ad te clamavérunt et salvi facti sunt,
in te speravérunt et non sunt confúsi.

Ego autem sum vermis et non homo,
oppróbrium hóminum et despéctio plebis.

Omnes vidéntes me derídent me,
diducunt lábia, ágitant caput:

"Confídit in Dómino: líberet eum,
erípiat eum, si díligit eum".

Tu útique duxísti me inde ab útero;
secúrum me fecísti ad úbera matris meæ.

Tibi tráditus sum inde ab ortu,
ab útero matris meæ Deus meus es tu.

Ne longe stéteris a me, quónian tríbulor;
prope esto: quia non est adjútor.

Circúmstant me juvénci multi,
tauri Basan cingunt me.

Apériunt contra me os suum,
sicut leo rapax et rúgiens.

Sicut aqua effúsus sum,
et disjúncta sunt ómnia ossa mea;

Factum est cor meum tamquam cera
liquéscit in viscéribus meis.

Aruit tamquam testa guttur meum et lingua mea adhæret fáucibus meis,
et in púlverem mortis deduxísti me.

Etenim circúmstant me canes multi,
catérva male agéntium cingit me.

Fodérunt manus meas et pedes meos,
dinumeráre possunt ómnia ossa mea.

Ipsi vero aspíciunt et vidéntes me lætántur; dívidunt sibi induménta mea,
et de veste mea mittunt sortem.

Tu autem, Dómine, ne longe stéteris:
auxílium meum, ad juvándum me festina.

Eripe a gládio ánimam meam,
et de manu canis vitam meam;

Salva me ore leónis
et me míserum a córnibus bubalórum.

Enarrábo nomen tuum frátribus meis,
in médio cœtu laudábo te.

"Qui timétis Dóminum, laudáte eum; univérsum semen Jacob, celebráte eum:
timéte eum, omne semen Israël.

Neque enim sprevit nec fastidívit misériam míseri;
neque abscóndit fáciem suam ab eo
et, dum clamávit ad eum, audívit eum".

Ad te venit laudátio mea in cœtu magno,
vota mea reddam in conspéctu timéntium eum.

Edent páuperes et saturabúntur; laudábunt Dóminum, qui quærunt eum:
"vivant corda vestra in sæcula".

Recordabúntur et converténtur ad Dóminum
univérsi fines terræ;

Et procúmbent in conspéctu ejus
univérsæ famíliæ géntium,

Quóniam Dómini est regnum,
et ipse dominátur in géntibus.

Eum solum adorábunt omnes qui dórmiunt in terra,
coram eo curvabúntur omnes, qui descéndunt in púlverem.

Et ánima mea ipsi vivet
semen meum sérviet ei,

Narrábit de Dómino generatióni ventúræ,
et annuntiábunt justítiam ejus pópulo, qui nascétur: "Hæc fecit Dóminus".

Glória Patri.
 

Psalmus 3

Dómine, quam multi sunt qui tríbulant me,
multi insúrgunt advérsum me!

Multi sunt qui de me dicunt:
"Non est salus ei in Deo".

Tu autem, Dómine, clípeus meus es,
glória mea, qui érigis caput meum.

Voce mea ad Dóminum clamávi,
et exaudívit me de monte sancto suo.

Ego decúbui et obdormívi:
exsurréxi, quia Dóminus susténtat me.

Non timébo mília pópuli,
Quæ in circúitu contra me consístunt.

Exsúrge, Dómine!
Salvum me fac, Deus meus!

Nam maxíllam percussísti ómnium adversántium mihi,
dentes peccatórum confregísti.

Penes Dóminum est salus:
Super pópulum tuum sit benedíctio tua!

Glória Patri.
 

Psalmus 10

Ad Dóminum confúgio; quómodo dícitis ánimæ meæ:
"Tránsvola in montem sicut avis!

Ecce enim peccatóres tendunt arcum, ponunt sagíttam suam super nervum,
ut sagíttent in obscúro rectos corde.

Quando fundaménta evertúntur,
justus quid fácere valet?"

Dóminus in templo sancto suo;
Dóminus in cælo sedes ejus.

Oculi ejus respíciunt,
pálpebræ ejus scrutántur fílios hóminum.

Dóminus scrutátur justum et ímpium;
qui díligit iniquitátem, hunc odit ánima ejus.

Pluet super peccatóres carbónes ignítos et sulphur;
ventus æstuans pars cálicis eórum.

Nam justus est Dóminus, justítiam díligit;
recti vidébunt fáciem ejus.

Glória Patri.
 

Psalmus 12

Quoúsque, Dómine, obliviscéris mei omníno?
quoúsque abscóndes fáciem tuam a me?

Quoúsque volvam dolóres in ánima mea,
mærórem in corde meo cotídie?

Quoúsque se extóllet inimícus meus super me?
réspice, exáudi me, Dómine, Deus meus!

Illústra óculos meos, ne obdórmiam in morte,
ne dicat inimícus meus: "devíci eum";

Ne exsúltent adversárii mei, quod corrúerim:
cum confísus sim in misericórdia tua.

Exsúltet cor meum de auxílio tuo;
cantem Dómino, qui bona tríbuit mihi.

Glória Patri.
 

ORATIO POST LIBERATIONEM

ORÁMUS te, Deus omnípotens, ut spíritus iniquitátis ámplius non hábeat potestátem in hoc fámulo tuo N. (hac fámula tua N.), sed ut fúgiat, et non revertátur: ingrediatur in eum (eam), Dómine, te jubénte, bónitas et pax Dómini nostri Jesu Christi, per quem redémpti sumus, et ab omni malo non timeámus, quia Dóminus nobiscum est: Qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia sæcula sæculorum.

R. Amen.
 

Caput III 

Exorcismus
in satanam et angelos apostaticos

Sequens exorcismus recitari potest ab Episcopis, nec non a Sacerdotibus, qui ab Ordinariis suis ad id auctoritatem habeant.

In nómine Patris, et Fílii, et Spiritus Sancti. Amen.

 

Ad S. Michaëlem Archangelum

Precatio

PRINCEPS gloriosíssime, cæléstis milítiæ, sancte Michaël Archángele, defénde nos in prælio adversus príncipes et potestátes, advérsus mundi rectóres tenebrárum harum, contra spirituália nequítiæ, in cæléstibus. Veni in auxilium hóminum; quos Deus ad imáginem similitúdinis suæ fecit, et a tyránnide diáboli emit prétio magno. Te custódem et patrónum sancta veneratur Ecclésia; tibi trádidit Dóminus ánimas redemptórum in supérna felicitáte locándas. Deprecáre Deum pacis, ut cónterat sátanam sub pédibus nostris, ne ultra váleat captivos tenére hómines, et Ecclésiæ nocére. Offer nostras preces in conspéctu Altíssimi, ut cito antícipent nos misericórdiæ Dómini, et apprehéndas dracónem, serpéntem antíquum qui est diábolus et sátanas, et ligátum mittas in abyssum, ut non sedúcat ámplius gentes.

 

Exorcismus

IN NÓMINE Jesu Christi Dei et Dómini nostri, intercedénte immaculáta Vírgine Dei Genitrice María, beáto Michaéle Archángelo, beátis Apóstolis Petro et Paulo et ómnibus Sanctis, et sacra ministérii nostri auctoritáte confisi, ad infestatiónes diabólicæ fraudis repelléndas secúri aggrédimur.


Psalmus 67

EXSÚRGAT Deus, et dissipéntur inimici ejus, et fúgiant qui odérunt eum, a fácie ejus.
Sicut déficit fumus, deficiant: sicut fluit cera a fácie ignis, sic péreant peccatóres a fácie Dei.

V. Ecce Crucem Dómini, fúgite, partes advérsæ.
R. Vicit Leo de tribu Juda, radix David.

V.  Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos.
R. Quemádmodum sperávimus in te.
 

EXORCIZÁMUS te, omnis immúnde spíritus, omnis satánica potéstas, omnis incúrsio infernális adversárii, omnis légio, omnis congregátio et secta diabólica, in nómine et virtúte Dómini nostri Jesu Christi, eradicáre et effugáre a Dei Ecclésia, ab animábus ad imáginem Dei cónditis ac pretióso divíni Agni sánguine redémptis . Non ultra áudeas, serpens callidíssime, decípere humánum genus, Dei Ecclésiam pérsequi, ac Dei electos excútere et cribráre sicut tríticum . Imperat tibi Deus altíssimus , cui in magna tua supérbia te símilem habéri adhuc præsúmis; qui omnes hómines vult salvos fíeri, et ad agnitiónem veritátis veníre. Imperat tibi Deus Pater ; ímperat tibi Deus Fílius ; ímperat tibi Deus Spíritus Sanctus . Imperat tibi Christus, ætérnum Dei Verbum caro factum , qui pro salúte géneris nostri tua invídia pérditi, humiliávit semetípsum factus obédiens usque ad mortem; qui Ecclésiam suam ædificávit supra firmam petram et portas ínferi advérsus eam numquam esse prævalitúras edixit, cum ea ipse permansúrus ómnibus diébus usque ad consumatiónem sæculi. Imperat tibi sacraméntum Crucis , omniúmque christiánæ fídei Mysteriórum virtus . Imperat tibi excélsa Dei Génetrix Virgo Maria , quæ superbíssimum caput tuum a primo instánti immaculátæ suæ Conceptiónis in sua humilitáte contrivit. Imperat tibi fides sanctórum Apostolórum Petri et Pauli ceterorúmque Apostolórum . Imperat tibi Mártyrum sanguis, ac pia Sanctórum et Sanctárum ómnium intercéssio .

Ergo, draco maledicte et omnis légio diabólica adjurámus te per Deum vivum, per Deum verum, per Deum sanctum, per Deum, qui sic diléxit mundum, ut Filium suum unigénitum daret, ut omnis, qui credit in eum, non péreat, sed hábeat vitam ætérnam: cessa decípere humánas creatúras, eisque æternæ perditiónis venénum propináre: désine Ecclesiæ nocére et ejus libertáti láqueos injícere. Vade, sátana, invéntor et magister omnis fallaciæ, hostis humánæ salútis. Da locum Christo, in quo nihil invenísti de opéribus tuis; da locum Ecclesiæ uni, sanctæ, cathólicæ, et Apostólicæ, quam Christus ipse acquisívit sánguine suo. Humiliáre sub potenti manu Dei; contremísce et éffuge, invocato a nobis sancto et terríbili Nómine Jesu, quem ínferi tremunt, cui Virtútes cælórum et Potestátes et Dominatiónes subjéctæ sunt; quem Chérubim et Séraphim indeféssis vócibus laudant, dicéntes: Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus Deus Sábaoth.

V. Dómine, exaudi oratiónem meam.
R. Et clamor meus ad te véniat.

V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spírito tuo.
 

Orémus.                                                                                          Oratio.

Deus cæli, Deus terræ, Deus Angelórum, Deus Archangelórum, Deus Patriarchárum, Deus Prophetárum, Deus Apostolórum, Deus Mártyrum, Deus Confessórum, Deus Virginum, Deus qui potestátem habes donáre vitam post mortem, réquiem post labórem: quia non est Deus præter te, nec esse potest nisi tu, créator ómnium visibílium et invisibílium, cujus regni non erit finis: humíliter majestati glóriæ tuæ suplicámus, ut ab omni infernálium spirítuum potestáte, láqueo, deceptióne et nequítia nos poténter liberáre, et incólumes custodíre dignéris. Per Christum Dóminum nostrum.

R. Amen.

Ab insídiis diáboli, libera nos, Dómine.

Ut Ecclésiam tuam secúra tibi fácias libertáte servire, te rogámus, audi nos.

Ut inimícos sanctæ Ecclésiæ humiliáre dignéris, te rogámus, audi nos.

Et aspergatur locus aqua benedicta.
  


Fuente