Summa Daemoniaca Cuestión 123
¿Qué hacer en caso de absoluta ausencia de exorcista?.
Alguna que otra vez me han preguntado qué se debía hacer si había una absoluta ausencia de un sacerdote por encontrarse por ejemplo en territorio de misión. Al principio trataba de capear la pregunta con respuestas del tipo: hay que conseguir llegar hasta un sacerdote. Pero los años han presentado ante mí situaciones que me han dado a entender que efectivamente hay situaciones en las que no hay posibilidad alguna de hacer llegar al poseso hasta un sacerdote. Y situaciones en que si el sacerdote llega, va a tener trabajo acumulado de años como para dedicar horas y horas a un exorcismo.
Para esos casos completamente excepcionales en los que se de una absoluta imposibilidad de poder obtener una ayuda ordinaria de la Iglesia, los cristianos que haya allí deben reunirse y rezar la siguiente oración, el siguiente exorcismus missionalis:
Señor, Dios todopoderoso, misericordioso y omnipotente,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
expulsa de él toda influencia de los espíritus malignos.
Padre, en el nombre de Cristo te pido
que rompas toda cadena que los demonios tengan sobre esta persona.
Derrama sobre él la preciosísima sangre de tu Hijo.
Que su sangre inmaculada y redentora quebrante toda atadura
que exista sobre su cuerpo y su mente.
Todo esto te lo pedimos por intercesión de la Santísima Virgen María.
San Miguel arcángel, intercede, ven en su ayuda.
En el nombre de Jesús ordeno a todo demonio
que pueda tener alguna influencia sobre él, que salga para siempre.
Por su flagelación, por su corona de espinas,
por su cruz, por su sangre, por su resurrección,
ordeno a todo espíritu maligno que salga.
Por el Dios verdadero, por el Dios santo,
por el Dios que todo lo puede,
te ordeno demonio inmundo que salgas
en el nombre de Jesús, mi Salvador y Señor. Amén.
Esta oración debe ser repetida cada día, durante un tiempo que puede variar de unos minutos a un cuarto de hora o media hora o incluso más tiempo. Las oraciones a Dios pídanse con humildad, el mandato al demonio hágase con el tono de una orden. Gritar no tiene más efecto. Si el demonio no se agita al repetirla, récese el rosario allí en grupo en voz alta. Acabado el rosario vuélvase a repetir la oración durante un rato. Si vuelve a no dar signos de agitación, vuélvase a rezar otro rosario. Lo ideal es proseguir así durante mucho tiempo.
Esta oración, junto al rezo del rosario, tiene la ventaja de ser una oración breve unida a un sistema sencillo de exorcizar que se puede usar también, haciendo ligeras acomodaciones, para los casos de infestaciones. Incluso, si no es un caso de posesión, la persona lo puede usar para liberarse de influencias que provengan del demonio. Pero no es una oración de protección, sino de expulsión. Y por tanto debe ser usada sólo por personas que sin ninguna duda tengan ese tipo de disturbios para los que está pensada.
En cada caso habrá que hacer en la oración los cambios pertinentes. Por ejemplo, donde se dice expulsa de él toda influencia de los espíritus malignos, habrá que decir expulsa de esta casa toda influencia... Hay que repetir que esta oración está pensada para los lugares de misión, para no dejar desamparados a aquellos posesos para los que la aplicación de las normas generales supondría una desprotección del fiel cristiano.
Las influencias demoníacas
Lo primero que hay que decir es que así como en la posesión es posible llegar a la completa seguridad o al menos a una certeza moral de que una persona está sufriendo ese fenómeno -la posesión-, no ocurre lo mismo con las influencias demoníacas que algunas personas sufren. En el caso de las influencias todo es más etéreo, más difuso y en la mayor parte de los casos de imposible comprobación. Digo en la mayor parte de los casos, porque en otros la conexión causal entre el demonio y unos sufrimientos sí que está más que demostrada.Señor, Dios todopoderoso, misericordioso y omnipotente,
Es cierto que ha habido casos en que determinadas visiones, pesadillas interminables, problemas aparentemente psicológicos y otras cosas, han probado tener una conexión con la acción del demonio.
En los casos en los que la ciencia médica después de años o meses no logre solución, se puede probar con la oración. Pero siempre teniendo en cuenta que no es posible llegar casi nunca a saber con seguridad si todo es natural o algo tiene que ver con el demonio.
Sin embargo, si la persona orando la oración que aparece más abajo se encontrara cada vez mejor y esta mejoría tuviera un carácter duradero, entonces sería signo de que aquello tenía una causa que iba más allá de la naturaleza.
Una persona que crea estar sufriendo en su cuerpo o en su mente una influencia del demonio que va más allá de lo natural puede decir cada día esta oración:
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
expulsa de mí toda influencia de los espíritus malignos.
Padre, en el nombre de Cristo te pido que rompas toda cadena
que los demonios tengan sobre mí.
Derrama sobre mí la preciosísima sangre de tu Hijo.
Que su sangre inmaculada y redentora quebrante
toda atadura sobre mi cuerpo y mi mente.
Todo esto te lo pido por intercesión de la Santísima Virgen María.
San Miguel arcángel, intercede, ven en mi ayuda.
En el nombre de Jesús ordeno a todo demonio que pueda tener alguna influencia sobre mí,
que salga para siempre.
Por su flagelación, por su corona de espinas, por su cruz, por su sangre, por su resurrección, ordeno a todo espíritu maligno que salga.
Por el Dios verdadero,
por el Dios santo,
por el Dios que todo lo puede,
te ordeno demonio inmundo que salgas en el nombre de Jesús, mi Salvador y Señor.
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Esta oración debe ser repetida cada día, una vez o varias. Más que el número de veces que se reze lo que importa es el fervor y la fe con que se haga. Para ello hay que concentrarse en la oración y pedir humildemente a Dios y ordenar al demonio que salga. En esta oración a Dios se le pide con humildad y amor, al demonio sin embargo se le ordena, sin ira, sólo con fe.
Por supuesto esta oración debe ir acompañada de una conversión en la vida de la persona. Es decir, de nada sirve pedir que se arranque de nosotros una influencia del demonio si seguimos viviendo en el pecado mortal.
La persona que quiera romper con el demonio debe confesarse, ir a misa los domingos y cumplir los diez Mandamientos.