Consejos para posesos y exorcistas:
Consideraciones pastorales en el desempeño del ministerio del exorcismo: De 31 al 60
Por el Pbro. José Antonio Fortea Cucurull
31 Maldice a Dios y muérete (Job 2, 9) le dirá la mujer de Job a su marido. Ésas son palabras de Satanás. En la desgracia hay ocasiones en las que los familiares dicen cosas que son de Satán. En esos momentos hay que escuchar únicamente la voz de Dios. Y si respondemos, la mejor respuesta serán las palabras de su misma Palabra santa.
32 La definición de liberación debe estar centrada en la persona y no en el demonio.
33 El cuerpo es la llave para el alma. Satán usa el cuerpo para lograr el alma; éste es uno de los mensajes implícitos del libro de Job.
34 Señor, si quieres puedes limpiarme (Lc 5, 12). a.. “Si quieres”, es decir: yo quiero tu voluntad. Esta oración tienen que aprenderla los que vengan a ver al exorcista. b. “Puedes”, es decir: yo creo en ti. Creo. Ésta es la segunda parte de la oración. Primero: yo quiero tu voluntad. Segundo: Tú puedes, no tengo la menor duda. c. “Limpiar-ME”, es decir: me pongo a mí al final. Me acerco a la sanación con humildad, no con egoísmo. Cuando me acerco con humildad y no con egoísmo, entonces y sólo entonces, Él puede sanarme.
35 Extendiendo la mano le tomó diciendo: quiero. (Mt 5, 13). Lo cual es una forma de decir: te amo. En ese “quiero” se halla un “te amo”. “Si quieres”, la persona tiene que posponer su voluntad a la de Dios. Entonces, a esa humildad llega el “quiero”, es decir, el amor de Dios y su voluntad son una misma cosa.
36 Para oírle y ser curados (Lc 5, 15). Él no quiere que vayamos sólo para ser curados, sino también para oírle. La sanación viene de la escucha.
37 Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el Diablo (Mt 4, 1). Fijémonos en que el texto nos presenta la preposición “para”. Fue allí para eso. Se dirige para ser tentado, ése es el fin, porque de la tentación resistida, del sufrimiento, nacen frutos para el alma. Sin ese sufrimiento no hay esos frutos. El poseso no necesita ir al desierto para ser tentado, tiene al demonio dentro. Pero los frutos serán los mismos si sostiene ese combate espiritual.
38 No sólo de pan vive el hombre (Mt 4, 4). La Palabra de Dios, el mero hecho de leerla, da vida.
39 En Mt 4, 5 vemos que el Diablo le lleva a Jesús a la Ciudad Santa. Para tentar a Jesús no lo lleva a un lugar de pecado, sino a un lugar santo. El demonio para llevarnos al mal, puede usar el bien.
40 Tenemos que reconocer que somos tan poca cosa, tan débiles, que lo único que podemos hacer en esta lucha espiritual es ocultarnos bajo el manto de María, incluso en su santísimo vientre como un niño que está en su seno, tranquilo y dejándose llevar.
41 Durante el exorcismo, tenemos que estar en espíritu de adoración. El incienso espiritual de nuestra adoración ahogará al demonio. En adoración, estaremos más dispuestos a recibir las inspiraciones de Dios. Si el exorcismo es, ante todo, alabanza a Dios, el exorcismo no nos cansará, ni nos desgastará. Saldremos relajados, robustecidos, dando gracias a Dios de permitirnos realizar esa función para bien de esa persona y de toda la Iglesia.
42 El mejor modo de aprestarse a la lucha que es el exorcismo es 1º estar en adoración, tratando de sentir a Dios todo el tiempo 2º con una profunda compasión por la persona a la que se va a ayudar (el exorcismo no puede ser la aplicación fría de un ritual o el uso de una mera técnica).
43 El exorcista que se vea atacado puede alejar al demonio diciéndole: apártate de mí, no por mi poder, ni por mi santidad, sino porque adoro a Dios.
44 Cuando adoro a Dios, los ángeles vienen; “y vinieron los ángeles a asistirle” (Mt 4, 11). Cuando adoro a Dios, mi corazón es el trono del Altísimo rodeado de ángeles. Y así, en un exorcismo, cuando adoramos a Dios la capilla se transforma en un pedazo de Cielo. Creamos un pequeño pedazo de cielo sobre la tierra y entonces se produce lo que aparece en Apocalipsis 12, 7: Y se entabló un combate en el cielo. Miguel y sus ángeles luchando con el dragón. Y el dragón luchó y sus ángeles. Eso aunque no lo veamos sucede en la capilla durante el exorcismo si los que están allí están creando un pedazo de cielo.
45 Tres cosas hay que cuidar en cada exorcismo y acerca de ellas hay que meditar mes tras mes: -La Palabra de Dios -No tentar al Señor -Adorarle
46 Mirad, Yo os envío como ovejas en medio de lobos (Mt 10, 16). Los lobos son los demonios y nosotros las ovejas. Exorcista, cada vez que batalles contra ellos, recuerda que tú eres oveja y ellos lobos.
47 Guardaos de los hombres porque os entregarán a los tribunales (Mt 10, 17). Eso es lo que debe esperar el exorcista de los hombres, ni fama ni parabienes. Pero la defensa hay que dejársela al mejor abogado del mundo, tendremos la mejor firma a cargo de nuestro caso: el Paráclito. Es tan buena esta defensa que puede presentar las pruebas que desee, cuando desee. ¿Qué acusado, como nosotros, posee un abogado que tiene pleno poder sobre el juez?
48 Pero que no tenga vanas esperanzas el exorcista pues Jesús profetizó seréis odiados de todos por mi nombre (Mt 10, 22).
49 Si al dueño de la casa le han puesto de mote “Belcebú, ¡cuánto más a su servidumbre! (Mt 10, 19). Hay que meditar sobre la Eucaristía: si hay tantos cristianos y tantos sacerdotes que sabiendo que allí está Jesús no tienen ningún cariño hacia Jesús en ese misterio, el exorcista no puede esperar un trato exquisito hacia un misterio (el del exorcismo) que es mucho menor.
50 En el ministerio del exorcismo por cada momento de gloria y alabanza, hay más momentos de burlas, desprecios e incomprensiones por parte de los hermanos sacerdotes y los superiores. Pretender ejercer esta labor eclesial sin persecución es tarea imposible. Salvo que se ejerza mal.
51 Recuerde el exorcista que es muy fácil ejercer esta labor mal o desviarse o realizarla con un exquisito cuidado de no meterse en problemas. A veces para contentar a Dios hay que meterse en problemas. Benditos problemas que provienen de haber servido bien al Señor.
52 En todos los ministerios eclesiales hay varios modos de servir a Dios: mal, regular, bien, muy bien, heroicamente. Y cada sacerdote va eligiendo su camino.
53 A Jesús le da pena que no haya más sacerdotes dispuestos a ser perseguidos como Cristo.
54 En el poseso, el demonio siempre está tentando para que la persona haga juicios respecto a los demás.
55 Durante el ritual del exorcismo se puede luchar contra el demonio como si fuera una batalla, pero el mejor modo es hacernos instrumentos del Espíritu Santo. Derramar el Espíritu Santo en la persona también libera. Podemos derrotar la plaza fuerte a base de amor. Cuando un equipo de exorcismo rodea al poseso con amor, la persona no se siente rechazada, la persona recibe amor y da amor, entonces el demonio es expulsado desde dentro hacia fuera.
56 El equipo de exorcismo tiene que ser una familia amorosa. Esto siempre tendrá mucho más efecto que un cualificado equipo de técnicos formados en universidades prestigiosas. El amor es superior a la ciencia. El amor puede suplir todo en un exorcismo. Pero la ciencia sin amor puede chocar con un muro y el exorcismo prolongarse de un modo intolerable para el exorcista. Al final el sacerdote tras muchas sesiones, dictamina que la persona no está posesa, sino enferma. Pero ese dictamen muy a menudo esconde el no querer reconocer que se ha chocado con un obstáculo ante el que no se sabe qué hacer.
57 Cuando el poseso en el equipo que le atiende encuentra una familia de amor, el demonio está desarmado antes de que la misma batalla de comienzo.
58 A los posesos hay que enseñarles a orar. Después hay que rodearlos de amor para que reciban el Espíritu Santo.
59 Hay que enseñarles el amor de Jesús y sus mandamientos. Ambas cosas son lo mismo. Y hay que predicarles el Evangelio del Reino. Es decir, hay que buscar y revisar en los Evangelios aquellas palabras que Jesús usaba para predicar de modo sintético todo su Reino.
60 La forma más fuerte del amor es el amor del matrimonio. Ese amor puede expulsar al demonio. Ese amor es una imagen del cielo, pues los esposos se disfrutan como el alma disfrutará de Dios. Es muy conveniente, por tanto, que el marido esté en el exorcismo, pues su oración estará llena de amor. También existe un amor especial entre hermanos y otros grados de parentesco o amistad.
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